Es a partir de la adolescencia, en relación con los cambios físicos, biológicos, psicológicos y sociales que se produce otro cambio: la orientación sexual.
Al hablar de orientación sexual, nos referimos al tipo de objetos por los cuales los jóvenes nos sentimos atraídos sexualmente y hacia los cuales se orientará nuestro deseo sexual.
Las formas de orientación sexual son: Heterosexualismo, Homosexualismo y Bisexualismo.
Heterosexualidad:
Atracción por una persona del sexo opuesto; y su comportamiento entre estos.
Por lo tanto, un hombre heterosexual se siente atraído por las mujeres y una mujer heterosexual siente atracción por los hombres.
La reproducción solo es posible por medio de relaciones heterosexuales.
Cabe destacar que la noción de heterosexual queda delimitada por que es lo que se considera como acto sexual.
Homosexualidad
Se define como la interacción o atracción sexual, afectiva, emocional y sentimental hacia individuos del mismo sexo.
En algunas personas, se observa esa tendencia desde la infancia. En la mayoría de los casos, es una inclinación adquirida.
Bisexualidad:
atracción física y/o romántica hacia individuos de ambos sexos. El término posee el mismo origen que aquellos referidos a otras orientaciones sexuales, homosexualidad y heterosexualidad. Es un mecanismo psicológico en el que predomina la confusión y se entrelazan los sentimientos, el supuesto amor y la búsqueda de nuevas experiencias.
Existen muchos casos de matrimonios, padres y madres de familia que, ante la necesidad de experimentar, se hacen adictos a la bisexualidad; aunque conservan este tipo de prácticas en el mas absoluto secreto. Generalmente, aquellos que tienen su familia formada, con hijos y una pareja a quien aman, no conciben que sus aventuras conformen el mundo de la infidelidad.